Aquí está mi reflejo. Siente cómo abre una rendija por donde se escapa la luz y lanza allí, en ese flujo coloidal, palabras sin significado aparente que acarician o golpean el hipotálamo; y más tarde, cuando el sol se desliza detrás del contorno impreciso de la tierra, se desvanecen entre las sombras de los intrincados bosques dendríticos. Se escapan. Así son los espejismos.

lunes, 31 de octubre de 2011

INSTRUCCIONES PARA VOLVERSE LOCO




Si usted ha decidido volverse loco, lea este documento que, de acuerdo con la revista Psique, ha provocado distorsiones graves y duraderas en aproximadamente 3,1416 millones de personas desde la época del Renacimiento. Volverse loco no es fácil, requiere tiempo, empeño y mucha paciencia.  Por eso le recomiendo  seguir  paso a paso las instrucciones que se dan a continuación:
Concéntrese en usted y solo en usted. Inhale. Olvídese de todo, de los reclamos, las exigencias, los compromisos… de esta manera desatará los nudos que lo mantienen inmóvil en la realidad. Trate de hacerlo despacio, uno por uno. Exhale. Comenzará a sentirse tan ligero como una burbujita de jabón.

Advertencia: No permita que la burbuja toque el suelo, estallará al mínimo contacto y tendrá que comenzar desde el principio.

Escale la montaña hasta el momento en donde la niebla no le deje ver el valle. Busque un lugar cómodo a la sombra de un árbol, siéntese allí y mantenga  la mirada en el punto focal. Inhale. Una vez aislado y etéreo, comience a meditar. Abra su caja de deseos y extraiga lo más delicioso, embriagador, excéntrico.  Continúe así hasta sentir un alboroto globular, feromónico y déjese llevar por ese viento. Vibre. Mantenga estas sensaciones en su máximo nivel y por el mayor tiempo posible. 

Importante: Si a usted no se le ocurre nada, le recomiendo arrancar y digerir las hierbas de Whitman, abrir la Puerta al Break on through,sentir las pinceladas de Van Gogh en las noches estrelladas, o explorar el canto Inefable de Jorane mientras le hace el amor a su violonchelo.
Ahora láncese montaña abajo  por la pica y sienta el riesgo, las cosquillas, la tensión muscular. Ría, llore y grite como un niño. Salga a la calle e impregne todo acto con estas emociones. Bote su reloj (o deténgalo).  Ajuste su ritmo al de su corazón y siga adelante. La plena exaltación  de su ego lo llevará al contorno del vacío. Sienta el vértigo, supere el miedo, cierre los ojos y salte. Vuele. Respire.

3 comentarios:

  1. Gracias Joaquín, me alegro que te hayas divertido.

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  2. Buaaaaaaa!!!! no funciona!!! no me he vuelto loco!!! (¿o sí?).

    La verdad es que tengo que confesar que lo mismo ha sido por mi culpa... cuando estaba arriba de la montaña me he parado de leer por miedo a caer en la himnosis profunda.

    Ahhhh gracias por hacerme saber de la existencia de Ineffable: chulísimo

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