Aquí está mi reflejo. Siente cómo abre una rendija por donde se escapa la luz y lanza allí, en ese flujo coloidal, palabras sin significado aparente que acarician o golpean el hipotálamo; y más tarde, cuando el sol se desliza detrás del contorno impreciso de la tierra, se desvanecen entre las sombras de los intrincados bosques dendríticos. Se escapan. Así son los espejismos.
martes, 20 de noviembre de 2012
viernes, 9 de noviembre de 2012
viernes, 26 de octubre de 2012
Ciclo hidrológico
Somos vapor que se funde y se condensa
en una gota que resbala por el cuerpo,
y vuelve a ser vapor para continuar su camino
Siempre agua, no otra cosa,
que se eleva ligera y espontánea con las caricias del sol
hasta aquel lugar que habitan los glaciares
Allá arriba, dónde los sueños son reales,
somos dos gotas que se han vuelto nube;
nos abrazamos fuerte esperando ser lluvia
lunes, 15 de octubre de 2012
Quiero un
corazón sin sello,
un corazón bañado de mar,
un corazón de
chocolate,
un corazón sin contorno,
un corazón de
fuego,
un corazón con polvo de estrellas,
un corazón con ritmo de jazz.
Sí, eso quiero, y ustedes también.
Pero el mundo es
de hierro y concreto, golpea lo blando hasta lograr una hiperqueratosis que
deforma el alma hasta que toca el infierno.
No quiero un
corazón del Ártico,
un corazón contaminado,
un corazón que
se oculta,
un corazón sin
ancla,
un corazón
estático,
un corazón craquelado,
un corazón de piel de naranja.
No, así no lo
quiero, y ustedes tampoco.
Pero el mundo es
de hierro y concreto, y entre sus sombras lo acoge, tal vez se levante un
día, se lave con lágrimas y se eleve al cielo.
viernes, 12 de octubre de 2012
Monserga
Son
las 6:00 pm de un lunes con pinceladas de silencio. Allí estás tú frente a
mí, inerte, con esa epidermis erizada que detesto porque me deforma. Me
dispongo a ir más allá de esa piel blanca y flácida sabiendo que no
te opondrás. Al hacerlo,
descubro una de color más intenso, húmeda y suave al tacto. Mis manos resbalan por
esa carne lubricada recordando otras sensaciones tan cotidianas como ésta,
cotidianas sí, aunque placenteras cuando se tiene mesura. Toma un vaso de agua,
dos, tres… el primero quita la sed y deja una sensación de bienestar en la
garganta, el cuarto es una tortura. Abro tus piernas hasta el extremo y penetro
la cavidad que queda al descubierto; está llena de músculos, huesos, vísceras…
Ah, allí está tú corazón, lo siento en mi mano, lo aprieto con fuerza, lo extraigo con todo y sus arterias para
luego arrojarlo a la basura. Un corazón que no late es inservible; al menos tu cuerpo
sirve para alimentar el mío 3 o 4 veces por semana. Es lo mismo siempre, después
de cortarte en pedazos irás al horno. Que alivio es no tener que
sumergirte en agua caliente y arrancarte las plumas como lo hacía mi abuela. El
lunes sigue con su silencio y su tristeza, mañana será otro día, será otra
cosa.
miércoles, 3 de octubre de 2012
Un océano en la ciudad
¿Sabes? Aún visto
de azul; los peces discurren en el ruedo de mi falda bordada de corales. Los
cangrejos tamborilean sobre las piedras mientras espero el cambio de luz. Un caracol se ha metido en mi oído para sentir
los latidos amordazados que retumban en cada ocaso. El viento juega con mi vestido levantando un oleaje emancipado que muere en la playa.
¿Sabes? El
tráfico se vuelve rutina al igual que el smog, por eso olvido que el tiempo
gotea y que mis pulmones se agrietan. De nuevo la brisa, los peces se
alborotan en ese borde entre corales, y pienso, el azul no sabe convivir con
éste ruido de cornetas, motores, gritos. Vivimos entre sombras, por eso insisto en el oleaje mientras voy por la ciudad.
martes, 25 de septiembre de 2012
Cuando un árbol encuentra una semilla
Mira la semilla desde el suelo la grandeza del árbol,
la belleza de sus ramas, sus numerosas hojas verdes que al danzar suenan a
lluvia. Es imposible para ella imaginarse tan alta, con tantos anillos. Con
apenas la punta fuera de la tierra se piensa imperceptible, ni siquiera ve la
sombra de su silueta. Si supiera. El
árbol la ve de reojo, admirando toda esa energía contenida, ese quizás que
aún no tiene forma pero donde cabe un abismo. Está consciente de su sombra, esa
con la que envuelve al mundo… pero lamenta la distancia-tiempo, la distancia-geografía,
la distancia-forma. La semilla quiere ser árbol y el árbol, semilla.
martes, 18 de septiembre de 2012
Mochima
Mochima es un
refugio de lo que se creía perdido,
allí las aguas guardan silencio mientras dentro
bulle la vida.
Es un espacio de
paz donde se enquista la mirada
mientras el sol se
va hundiendo entre las montañas,
entre el
púrpura, el ocre y el rosa del éter.
Mochima tiene
una magia oculta en sus entrañas
una belleza que
no se gasta con el paso de las lanchas,
pero sin ti es
otra cosa.
El agua y tus
ojos se enredan en mis dedos
que juegan inquietos y luego se esconden
como arañas en casas desiertas,
mientras mi corazón
se asfixia
sediento en una botella de vino
y en un
adiós que nunca llegó.
Mochima es un
refugio de lo que se creía perdido
Pero sin ti es
otra cosa.
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