Aquí está mi reflejo. Siente cómo abre una rendija por donde se escapa la luz y lanza allí, en ese flujo coloidal, palabras sin significado aparente que acarician o golpean el hipotálamo; y más tarde, cuando el sol se desliza detrás del contorno impreciso de la tierra, se desvanecen entre las sombras de los intrincados bosques dendríticos. Se escapan. Así son los espejismos.

miércoles, 29 de mayo de 2013

domingo, 12 de mayo de 2013

Festival de Lectura de Chacao 2013

          Participar en un evento como el Festival de la Lectura de Chacao es algo indescriptible. Estoy muy agradecida con la Editorial Eclepsidra por la invitación.

          Ese jueves 2 de Mayo fue complicado para mi. Se me hizo tarde, encontré mucho tráfico en el camino, y al llegar, no había lugar para estacionar. Me puse nerviosa porque pensé que no llegaría a tiempo a la lectura de mis cuentos. Di unas cuantas vueltas por el estacionamiento y estando a punto de dejar las llaves  del carro al encargado, se abrió un espacio. Cuando salí de aquel lugar comenzó a llover con fuerza.Tenía un paraguas en la cartera y sandalias en mis pies. Así, caminé dos cuadras pisando el agua que corría con abundancia calle abajo. Sabía que en la Plaza Altamira habían espacios techados para proteger a la audiencia, pero era jueves y siempre está aquel sustito de si habrá gente allí, a las cuatro de la tarde y en esas condiciones climáticas. Para mi sorpresa había, no mucha, pero había. La poetisa venezolana María Antonieta Flores estaba sentada en primera fila y la periodista Carmen Rosa Gómez esperaba por el resto del grupo, es decir, por Joaquín Ortega, Y. Ahumada y por mí. La lluvia se calmó y cada vez más gente se incorporó al evento. Comenzamos tarde, por lo que nuestro espacio de lectura se redujo. La poetisa Carmen Verde Arocha presentó nuestros trabajos. Me tocó abrir el evento. Leí mis cuentos con intensidad, tratando de transmitir al público la emoción con la que los escribí. Luego los aplausos, la lectura de mis compañeros narradores y dramaturgos, y más aplausos. Me sentí honrada de compartir el evento con ellos. Los aplausos... qué bello gesto de agradecimiento;  el público que asistió también los merecía por estar allí esa tarde a pesar de la lluvia, entre ellos,  la arquitecto Lucía Ciarcia, la poetisa María Gabriela Rosas, el poeta Leonardo Melero, la escritora Kira Kariakin, la poetisa Georgina Ramirez, mi prima Ilse Rojas, mi padre Dr. Rafael Emilio Díaz, mis hijas Ana y Ariadna, los amigos, Nicolás Estrella de ICREA,  Guiomar Flippo de Quesos Anaké y Avi Grabli de Almacenes Toledo. A ellos y a todos los que estuvieron presentes allí, mil gracias.