¡Epa! ¿Qué haces aquí? Me has sorprendido. Viniste a visitarme sin aviso, y yo, con las ideas en desorden; además, creo que no tengo en mis gavetas lo suficiente para atenderte como mereces. ¡Qué contradicción me has causado al llegar así! Aunque a decir verdad, tampoco tú luces bien, pareces un garabato. De cualquier manera, me alegra verte. Ayer te estuve esperando desde que comencé a dar vueltas en la cama por la mañana, hasta que terminé dando vueltas en la cama por la noche. Ayer…ayer anhelaba tu contacto.
Tu compañía es excitante para mí, haces que sienta mis fluidos; pero eres inconstante, no sé si eso lo hace más real o más impropio, lo cierto es que me gustas mucho. ¿Las razones? Son insaciables e indefinibles. Con mil palabras deshago mis límites y rehago mis sueños. Contigo todo es exacto y ambiguo, instantáneo y eterno.
Dejaría todo lo que me tiene tan ajetreada, para envolverme en tus fantasías. A veces lo logro, ¿sabes? Y es que realmente mi contienda es con Cronos, ese ser inagotable siempre me inventa un obstáculo; desafiarlo, es una provocación. ¿Un cafecito? ¿Un tentempié?
Ahora quiero que te marches. Mis manos se han desplomado, mis ojos se han suspendido en un punto lejano, y las consonancias ahora son disonancias. Siempre me pasa. Elijo quedarme contigo hasta la última gota de sudor (o de tinta). Por favor, no te vayas lejos. Mañana, tal vez muy pronto, te invite a recorrer un laberinto, deshacer un tejido, profanar un secreto o…quizás armemos juntos un rompecabezas. Hasta mañana, ¿hasta mañana?...quién sabe.
muy interesante este post...
ResponderEliminarEl infinito se enconde por los rincones del hogar, pero deja sus huellas por aqui y por alla...muy bello tu post!
ResponderEliminarMe falta culturilla. Hasta que no he googleado numen, no me he enterado.
ResponderEliminar¿Y Cronos pone obstáculos? ¡qué suerte!, a mí siempre me deja paso, me apremia y me apura... no sé para qué tanta prisa, no sé adónde me quiere llevar.