Aquí está mi reflejo. Siente cómo abre una rendija por donde se escapa la luz y lanza allí, en ese flujo coloidal, palabras sin significado aparente que acarician o golpean el hipotálamo; y más tarde, cuando el sol se desliza detrás del contorno impreciso de la tierra, se desvanecen entre las sombras de los intrincados bosques dendríticos. Se escapan. Así son los espejismos.

martes, 1 de mayo de 2012

Espejismos mutantes



Hoy me abriste la puerta de nuevo y no supe qué hacer. Me la has abierto y cerrado tantas veces que he decidido quedarme inmóvil a ver si alguna vez me encuentras (o te encuentro). Porque cuando estás en medio de la muchedumbre es mejor no buscar, te pierdes, eres uno más de tantos, a menos que uses un sombrero, un pañuelo de color llamativo, algo en la cabeza. Lo que hay en la cabeza nos distingue, y eso es precisamente lo que me gusta de ti. Eso que se mueve adentro, que hace sinapsis, lo que enciende chispas cuando apenas se rozan sus terminaciones, eso que se va abrazando y formando cadenas y luego redes; ellas son paredes invisibles que delimitan nuestro espacio, nuestra perspectiva, y que, de vez en cuando rompemos para hacernos un lugar más amplio. A veces simplemente abrimos una ventana porque necesitamos luz, respirar, ver las paredes, las redes y cadenas de otros, tal vez asimilemos algo, tal vez nos guste algo diferente y modifiquemos un poco esa estructura que hemos diseñado para movernos interiormente. ¿Quién podría saberlo?  Yo he abierto una rendija para verte, y también para que te asomes (como a veces lo haces), tal vez por curiosidad,  esa que no es mundana, sino tan íntima. Tú te asomas en mi cabeza como no se asoma nadie, y yo te dejo.  ¿Qué verás allí?  Realmente no lo sé, pero te inquieta. Yo no puedo decirte lo que hay, porque no es fácil verse por dentro, no puedes tragarte un espejo que te hable. Hay quienes piensan que los demás pueden reflejarnos, pero te aseguro que no siempre es así. Los espejos siempre mienten, porque nos muestran una imagen complaciente. ¿Quién puede reflejarnos cuando somos espejismos? Espejismos mutantes.
Nuestras palabras se tocan, nos tocamos en lo etéreo, nos hacemos el amor a través de conexiones invisibles. ¿Has oído hablar de que somos energía, de que el sol nos atraviesa con sus neutrinos como si fuésemos hologramas? Me basta con pensar en ti para establecer una conexión emocional contigo, es simple, solo pensar. Pero me abriste hoy la puerta y no sé si entrar, no sé cómo hacerlo, si debo dar un paso, brincar, o bailar. No me pidas que vuele, mis alas se mojaron con la lluvia y no sé si pueda usarlas cuando se sequen, si es que alguna vez dejan de llorar. Un día te pedí que me mostraras el camino, y lanzaste unas migajas que se comieron los pájaros. Construí una escalera de papel. Llegué hasta el último peldaño y allí estabas tú. Ese día no escudriñamos el pensamiento, ese día no abrimos las ventanas (tal vez un poco);  porque eras piel, pude tocarte, te abracé, y es un abrazo que aún no termina. Tu mirada aquí, tu perfume en mi nariz, y esa sonrisa que tortura a quien desea la humedad de los labios. Yo también era un cuerpo sensible al tacto, también perfume y sonrisa. Me abrazaste mientras reías, y es un abrazo que aún no termina. Mi mirada esquiva, mi perfume en tu nariz, y mis labios arrojando palabras con torpeza, con mucha torpeza, cavando la tierra. La escalera sigue allí, y tú en algún lugar. Entonces de nuevo las caricias lejanas, las palabras que lamen lo invisible, luego el silencio. Y aún así, hoy me abriste la puerta, y prefiero no moverme, elijo callar.

4 comentarios:

  1. Qué cosas son las relaciones entre personas.
    Mira que el hombre ha avanzado en su historia. Mira que ha ido conociendo la naturaleza, la técnica.
    Incluso en un siglo mira que ha avanzado la sicología y cómo se va conociendo a sí mismo por dentro.
    Y mira aún conocemos poco de las relaciones interpersonales.
    Siempre nos mantenemos a una misma distancia el uno con el otro. En un momento dado esa relación se nos hace todo un mundo maravilloso, interesantísimo, inagotable, nos parece el todo. Al tiempo a la misma distancia lo sentimos normal, rutinario...
    Lo más de lo más de la vida cuando vivencias que sientes al unísono con otro.
    Lo peor de la vida cuando vivencias que sientes a contrapaso con otro.

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  2. Así es amigo, como dicen ahora muchos por allí somos islas y compartimos soledades.

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