Aquí está mi reflejo. Siente cómo abre una rendija por donde se escapa la luz y lanza allí, en ese flujo coloidal, palabras sin significado aparente que acarician o golpean el hipotálamo; y más tarde, cuando el sol se desliza detrás del contorno impreciso de la tierra, se desvanecen entre las sombras de los intrincados bosques dendríticos. Se escapan. Así son los espejismos.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Tu beso



Anoche recibí tu beso. Hablabas conmigo bajito, en la entrada de una casa de amplias puertas de madera. Me contabas lo preocupado que estabas por la inseguridad, por los huecos de las calles, por la falta de cultura, por el deterioro ambiental y lo atrasado que estamos con respecto a otros países. Hablabas de todas esas cosas en tono de confidencia, cada vez más bajito, con expresión de picardía en la cara. Tus ojos pincharon los míos, un instante, una fotografía en la mente, y recordé que leí en una galleta de la suerte "el primer beso se da con los ojos". Sentiste que podías acortar la distancia hasta anularla, yo no me moví hasta sentir la combustión que se desató en los labios. Fue un beso lento, suave, intenso, húmedo en la medida perfecta, y llegó la entrega, el consentimiento en un abrazo, bajo la sombra proyectada por esa amplia puerta de madera. Y después del primero, otros, y en esos otros estuvieron reseñados todos los que están contenidos en el Kama Sutra. Te olvidaste de la inseguridad, de los huecos, de la cultura, del ambiente... Cuando hay deseo, que difícil es prescindir del contacto. El amor es un oasis donde se olvida lo imperfecto que es el mundo, lo imperfecto que somos.

1 comentario:

  1. Ya lo decía, Carlos Marx: "los besos son el opio de los pueblos" (no sé si es literal, ya que cito de memoria)

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