Aquí está mi reflejo. Siente cómo abre una rendija por donde se escapa la luz y lanza allí, en ese flujo coloidal, palabras sin significado aparente que acarician o golpean el hipotálamo; y más tarde, cuando el sol se desliza detrás del contorno impreciso de la tierra, se desvanecen entre las sombras de los intrincados bosques dendríticos. Se escapan. Así son los espejismos.

martes, 6 de diciembre de 2011

EL AMOR Y LA ESTUPIDEZ




       El amor alimenta nuestras emociones, propicia el almacenamiento de un gran flujo de información y aclara nuestros pensamientos. A pesar de ser cierta esta afirmación, la idea  predominante es totalmente contraria: el amor y la estupidez van de la mano. La razón de esto es porque al comienzo de una relación amorosa (que puede ser establecida con otro ser humano o, un objeto tangible o intangible, porque también se aman las ideas, el arte), lo emocional, lo instintivo aflora de tal manera que deja poco espacio para las ideas lógicas y prácticas. Eso nos hace actuar torpemente. Tenemos los ojos vendados, hay mucha información por develar, somos curiosos, nos gustan los enigmas.  Pero cuando lo emocional y racional entran en equilibrio, es abono perfecto para nuestro avance y el cumplimiento de nuestros objetivos en la vida. No es azar manifestar que este mundo fue hecho por Dios con amor.  No hay creación posible si el amor no está presente.

        Cuando somos felices nuestro cerebro produce ciertas hormonas como la noradrenalina, que favorece la sinapsis entre las neuronas, lo que nos permite la construcción de nuevas ideas y agudiza nuestra inteligencia. Por el contrario, cuando estamos deprimidos, se produce el efecto contrario, nuestro cuerpo fabrica sustancias que destruyen nuestras neuronas, opacando nuestro discernimiento, y ni hablar si en medio de nuestra depresión, añadimos alcohol a la mezcla, se nos nubla algo más que el pensamiento.
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                   Lo que es cierto para un individuo, podría ser cierto para su conjunto. Las sociedades avanzan en períodos donde se manifiesta la paz y la unión, cuando todos juntos trabajamos por un fin común y un sentido de pertenencia está latente, allí está presente el amor. En cambio, en periodos de guerra, de división, sólo hay destrucción y atraso. Los conflictos tienen muchos orígenes, y el peor de todos es el ansia de poder, de dominio total, de imponer reglas absolutas que sólo benefician a un sector de la población, y con las que no todo el mundo está de acuerdo. Hitler y Gengis Kan anexaron territorio tras territorio a sus dominios; luego estos quedaron estériles, sin inversión, ni producción, ni desarrollo, sólo se enquistaba la guerra y la destrucción. Maquiavelo en su libro “El Príncipe”  afirma que "el poder corrompe", y de lo corrupto no pueden surgir cosas que beneficien a la sociedad. Es allí donde se alberga la estupidez, en la inmediatez, en la aceptación emocional de ideas sin proyección, en lo ideal en detrimento de lo real. 

Propaguemos, pues, el amor y el bien para facilitar nuestro avance personal y el de nuestra sociedad. Les deseo la mejor Navidad posible, disfrútenla a su manera, como les guste, como la sientan. En el 2012 nos veremos de nuevo. Besos para todos.

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