…llueve allá afuera, y en el establo,
el potro mueve su cola en la oscuridad.
Aparece una línea de luz que,
con lentitud,
se convierte en ángulo recto, luego en acordeón.
El origen, el punto de origen,
es atravesado con fuerza por una bisectriz
que ha descubierto su infinitud.
El potro relincha, corcovea, se encabrita,
y entre las sombras inquietas
comienza a arreciar.
En cada gota la paz, la redención, la libertad.
Llueve allá afuera, y en el establo,
El potro duerme.
¡¡¡Uahhhhh!!! ¿cuándo será la inauguración del rincón literario?. Ya sabes con su vinito de honor, sus croquetitas y canapes...
ResponderEliminarEnhorabuena.
Gracias Saturnino. Habrá un banquete virtual, digno de los espejismos, y escucharemos en el viento el sonido de los cristales.
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